Cuando veas una estrella fugaz, guárdala en tu corazón, es el alma de
alguien que consiguió darle amor a los suyos. Cuando oigas a un niño preguntar por
qué el sol viene y se va, dile que en esta vida no hay luz sin oscuridad.
Ha pasado ya casi un año en que
llegaste a mi vida como una estrella fugaz, iluminándome todo por un momento,
luego te apartaste en ese cielo infinito perdiéndote entre puntos de luces que
me ciegan la vista. Te busco en todas partes, en cada pequeño que ríe, en cada
niño que llora. Aun no me acostumbro a tu partida, aunque me haga la fuerte,
si, es que sacaste una extraña fortaleza en mi desde que supe de tu venida,
pero duele, duele no verte, duele no escucharte, porque si hablamos de sentirte
mi adorado eso sí puedo hacerlo aún, en cada brisa, en cada gota de lluvia, en
cada rayo de sol sé que estás tú, sin embargo te sigo buscando en el infinito
con la esperanza de que en un momento a otro te veré nuevamente pasar y que
esta vez te quedes a mi lado haciéndome compañía en esta vida tan corta, pero
que se vuelve tan larga sin ti.
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